viernes, 7 de diciembre de 2012

Soy metalero y estoy orgulloso

Mi abuela me dice que "me va a salir el cachudo", que porque agito la cabeza estoy loco. Que lo que yo escucho es música satánica y me tiene mal. A eso lo llamo hipocresía porque quizá ella miente, cosa que es más "satánica" que oir un estilo particular de música.

La moda a veces exige a muchos a que les guste algo solo para ser aceptados. Lo que sucede con el heavy metal es lo contrario, como lo explica el documental Metal: A Headbanger's journey. Suele ser que nos sintamos raros por ser como somos, pero sabemos que hay otros raros además de nosotros, lo que nos llena de orgullo. Yo lo considero una forma sana de expulsar mi furia causada por un mundo injusto.

La parte religiosa: sus letras abordan este tema desde una perspectiva más abierta (pero radical). Rechazan toda imposición, adoctrinamiento, control... es decir, buscan libertad. Si pensar de forma muy radical está mal, entonces quien compone la letra de la canción está mal, no quién la escucha. Gustar no es estar de acuerdo. Cada quien debe pensar por sí mismo, el exceso de influencia causa dependencia.

Me gusta la música clásica, el rock, la trova, el jazz... No tengo porque limitarme a un estilo, pero por supuesto, tengo un claro favorito. Denigrar algo sin conocerlo bien es muy malo. Así que yo tengo el derecho de darme el gusto y placer de decir
Fuck yeah!